HUERTO

HUERTO EN CONVERSIÓN ECOLÓGICA


Nuestro huerto tiene más de cien años de historia. Cuatro generaciones de la familia han estado en esta finca, siempre cuajada de naranjos. Al principio, la variedad cultivada fue Berna, pero en los años 60 llegó una enfermedad, conocida como la tristeza del naranjo, que acabó con todos. En 2014 decidimos recuperarlos, y plantamos las dos hectáreas productivas de la finca con la variedad Barberina. Decidimos que lo haríamos como se hacía antaño: con buenas prácticas, sin fertilizantes ni químicos, respetando los ritmos de la tierra y el equilibrio de la naturaleza.


Huerto Jardín Y Biodiversidad


Si dejamos funcionar a la naturaleza con sus propios mecanismos, encontramos soluciones sostenibles a todas las preocupaciones que asedian a un cultivo. Quisimos favorecer esos mecanismos creando un huerto jardín por toda la finca. Consiste en plantar entre los naranjos flores, plantas y distintos tipos de verduras para generar una biodiversidad que mantiene las plagas a raya de manera natural.

Los insectos son los grandes aliados. Las flores los atraen y se reproducen en ellas, las crías son carnívoras y se alimentan de otros insectos más pequeños, como el pulgón, que pueden suponer una amenaza para la plantación. Hay amapolas, que con su color rojo atraen abejas, moscardones, abejorros… Flores lilas que distraen a los trips de atacar a la naranja haciendo surcos en su piel.

Los árboles de hoja perenne más tupidos que los naranjos son hogar para ellos, pero además hemos creado unos insectarios colgantes (un sistema de tubos reutilizados, unidos por una cuerda) para promover la cría, también durante el invierno.
En la zona del pinar, los bebederos excavados en las rocas invitan a venir a los pájaros que ponen orden en la proliferación de estos insectos y aportan materia orgánica al suelo. Y, de vez en cuando, algunos conejos y unos cuantos jabalíes pasan por allí.

Desde 2014, cuando plantamos los árboles que ahora cuajan de vegetación las dos hectáreas del Huerto de Vistalegre, no hemos sufrido ninguna plaga.



Conversión Ecológica



Creemos que se pueden hacer las cosas mejor, por el planeta y por nosotros, por eso, somos un huerto en conversión ecológica. Esto quiere decir que nuestras prácticas son, desde que plantamos los naranjos en 2014, respetuosas con el medioambiente. Pero ha de pasar un tiempo estipulado para recibir la certificación ecológica oficial.

No utilizamos fertilizantes, herbicidas ni ningún otro producto químico para tratar nuestros naranjos. La estrategia del huerto jardín y un pequeño empujón por nuestra parte con algunos mecanismos ingeniosos y respetuosos mantiene las plagas controladas. En los naranjos hemos colgado unas botellas con un atrayente natural a base de vinagre que hace que la mosca blanca, gran fan del naranjo, se introduzca en ellas y no pueda salir. Las hormigas, aparentemente inofensivas, portan en su lomo al pulgón; para evitar que suban por el tronco, hemos pintado la base con una sustancia pegajosa. Colgamos de las ramas trampas ecológicas y pulverizamos los árboles con aceites esenciales ecológicos que repelen a los insectos que se quieran alimentar de ellos sin afectar al sabor y a su desarrollo natural.

El agua viene de nuestro propio pozo, limpia y libre de cualquier sustancia. Y, una vez al año, limpiamos el tronco de los 700 naranjos con una esponja, uno a uno, para que la savia suba sin impedimentos, creando un árbol fuerte y unos frutos sanos y jugosos.


Residuo Cero


Todo lo que se genera en el Huerto de Vistalegre tiene una segunda vida. Desde la peladura de las naranjas a los escombros de las obras.

Con las ramas y la leña de los naranjos dejamos que se cree una capa sobre el suelo, a modo de mantillo, que acumula humedad y materia orgánica. Así, la tierra es más rica y dejamos que el árbol disfrute del agua de lluvia y sus minerales más tiempo, antes de que se filtre a las capas profundas del suelo. Gracias a esto, en el suelo hay vida.

Las naranjas se comen, se beben, se cocinan y se disfrutan. Y la peladura, también. Con ella hacemos infusiones, ambientadores naturales, velas aromáticas, centros de mesa, guirnaldas y un montón de ideas que dejamos en nuestro blog para que no tires ni una.

Durante las obras de acondicionamiento de la casa y del pozo, guardamos todos los escombros y, con ellos, hemos hecho los caminos que sortean la plantación y los taludes que sujetan el terreno y evitan el corrimiento de tierra con las lluvias. Hasta la antigua bomba del pozo se va a convertir en una escultura, para tener muy presente la historia y la vida del Huerto de Vistalegre.